Emprender prácticas nutricionales saludables puede parecer simple, aunque no siempre es fácil. Sin embargo, los beneficios para la salud y la energía que nos aportan para enfrentar los retos diarios valen cada esfuerzo que hagamos.
Índice:
- ¿Qué Son las «Prácticas Nutricionales»?
- La Importancia de Ser Consciente de Tus Propias Prácticas Nutricionales
- La Cómo Llevar Prácticas Nutricionales Sanas, Equilibradas y Adecuadas
- Conclusión
1. ¿Qué Son las «Prácticas Nutricionales»?
Cuando hablamos de «prácticas nutricionales», no nos referimos solo a una dieta o a una alimentación correcta. En el ámbito de la nutrición ortomolecular, los nutrientes van más allá de su función dietética alimentaria. En nuestra disciplina buscamos restaurar, fortalecer y mantener la salud mediante el reequilibrio metabólico, utilizando los nutrientes naturales. Estudios recientes apuntan a que los desequilibrios metabólicos están detrás de la mayoría de las enfermedades no transmisibles, responsables del 71% de las muertes a nivel mundial.
Enfermedades como el cáncer, las insuficiencias orgánicas, la celiaquía, y las alergias entre muchas otras, son el resultado de desequilibrios metabólicos. La medicina tradicional no las ha erradicado, así que estos consejos buscan reducir o evitar medicaciones sintéticas, restaurando nuestra salud desde el propio organismo.
Las Prácticas Nutricionales abarcan todas las acciones diarias que aportan o generan nutrientes en nuestro cuerpo. Estas aportaciones las hacemos de forma consciente o inconsciente de 5 formas esencialmente: a través de los alimentos y los complementos alimenticios, del agua, de la luz solar, del oxígeno y de la actividad física. Estas prácticas sostienen nuestra vida y mantienen nuestra salud.
2. La Importancia de Ser Consciente de Tus Propias Prácticas Nutricionales

Imagina tu metabolismo como una red de laboratorios distribuidos por todo tu cuerpo, realizando miles de reacciones químicas incesantemente. Estas reacciones, que comenzaron al nacer, no se detendrán hasta el fin de tu vida, independientemente de si eres consciente de ello o no.
Involucrarte en este proceso es esencial para tu bienestar. Si no tomas las riendas, otras voluntades externas lo harán por ti, y generalmente con intereses distintos a los tuyos. Los estudios recientes sugieren que este descontrol puede ser la raíz de muchas enfermedades no transmisibles.
2.1. Cómo Involucrarte en Tus Prácticas Nutricionales
Lo ideal es contar con el asesoramiento de un especialista, dado que cada persona tiene un perfil nutricional único. No obstante, te voy a dar unas claves para que puedas adoptar una plantilla genérica y adaptarla tus circunstancias particulares de forma sencilla, siempre y cuando no tengas prescrito ningún problema de salud que impliquen alguna restricción alimentaria importante.
2.2. Conceptos Clave: «Sanas», «Equilibradas» y «Adecuadas»
Prácticas Sanas: Aquí hablamos de la calidad y salubridad de los alimentos que aportas y los entornos en los que te mueves, que, o bien contribuyen a mantenerte sano y activo o, por el contrario, te enferman y te mantienen en constante tensión orgánica a nivel físico y mental.
Prácticas Equilibradas: El metabolismo es todo equilibrios: internos (los que se establecen dentro de nuestro propio cuerpo) y externos (entre nuestro cuerpo y el entorno). Es vital mantener un balance metabólico adecuado mediante unas prácticas nutricionales que mantengan estos equilibrios fundamentales.
Prácticas Adecuadas: Estas prácticas deben ser las adecuadas para ti, según tu perfil nutricional, tu cultura, y a los recursos disponibles de tu entorno.
3. Cómo Llevar Prácticas Nutricionales Sanas, Equilibradas y Adecuadas
3.1. Alimentación:

Adoptar una dieta sana, equilibrada y adecuada es posible con pautas sencillas. Solo hay que manejar dos factores:
1º. La Agrupación de los Alimentos: Los alimentos en el ámbito de la nutrición se agrupan de la siguiente forma: grupo Lácteos, grupo Frutas, grupo Verduras, grupo Proteínas, grupo Cereales/féculas/almidones y grupo Agua.
2º. Las Reglas Generales:
- Incluir en cada comida principal una verdura, un cereal/fécula/almidón, una proteína y una fruta o lácteo.
- Asegurarnos de tener un alimento crudo en cada comida principal.
- Evitar más de un alimento frito por comida.
- Variar los colores y tipos de alimentos todo lo posible.
- Consumir entre 1 y 1.5 litros de agua al día.

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3.2. Agua:

El agua es un «macronutriente» clave esencial para nuestra supervivencia, ya que cumple funciones metabólicas vitales como transportar los nutrientes a los tejidos, proteger las células y eliminar las toxinas. Beber agua de forma sana, equilibrada y adecuada diariamente es crucial para mantener nuestro equilibrio metabólico y prevenir problemas importantes de salud a medio y largo plazo.
Esto se consigue bebiendo un 1 ½ de agua líquida y otro litro de agua orgánica proveniente de los alimentos «AL DÍA». No es un tópico, es ciencia pura y puede contribuir a mantenerte sano y a alargar sustancialmente tu vida, de forma literal.
3.3. Luz Solar:

La exposición diaria a la luz natural no solo nos proporciona vitamina D, sino que también mejora nuestro estado de ánimo, fortalece nuestro sistema inmunológico y regula las reacciones químicas de nuestro metabolismo.
Para hacer una práctica sana, equilibrad y adecuada de absorcion esencial de luz, se recomienda una hora diaria de exposición a la iluminación exterior natural, evitando las horas de mayor intensidad solar en verano (entre las 11:00 y las 17:00).
3.4. Oxígeno:

El oxígeno (O₂) es, junto al agua (H₂O) y la luz solar, uno de los reactivos químicos más importantes de nuestro metabolismo.
La forma sana, equilibrada y adecuada de adquirir este metabolito esencial, sobre todo para los que vivimos en grandes ciudades, es hacer un pequeño esfuerzo consciente para conseguir esta aportación de oxigenación saludable, saliendo habitualmente a respirar aire fresco a entornos verdes de la propia ciudad o a zonas rurales, de montaña, o costa, apartadas de la polución ambiental.
3.5. Actividad Física:

La actividad física diaria estimula reacciones metabólicas esenciales.
No hablamos de hacer un esfuerzo físico extenuante. Para los que no hacemos deporte habitualmente, la forma sana, equilibrada y adecuada de aportar esta forma de nutrición a tu organismo, puede ser algo tan sencillo como dar un paseo diario de una hora. Y si eres más “digital”, bájate al móvil una App cuentapasos y asegurarte de que das un mínimo de 6.000 pasos al día, y de llegar, con el tiempo, al nivel óptimo de entre 10.000 y 12.000 pasos diarios.
NOTA: Combinar actividad física, luz solar, oxigenación y una aportación correcta de agua puede maximizar los beneficios para tu salud, aprovechando al máximo el tiempo y el esfuerzo en una única actividad.
3.6. Complementos Nutricionales: Un Extra de Metabolitos Reactivos para Sanar y Fortalecer Tu Organismo:

En el ámbito de la nutrición ortomolecular trabajamos con la premisa de que, una vez que el cuerpo ha iniciado un proceso de degeneración o enfermedad, las prácticas nutricionales pueden no ser suficientes para revertir el daño metabólico acumulado por años de prácticas inadecuadas. Por eso recurrimos a complementos nutricionales, orgánicos y biodisponibles. Estos suplementos, ricos en nutrientes concentrados, ayudan a reimpulsar el metabolismo hacia su equilibrio natural, favoreciendo la restauración progresiva de la salud.
Los estudios han demostrado que proporcionar al cuerpo los nutrientes adecuados en cantidades elevadas mediante concentrados alimentarios es una de las formas más eficaces de apoyar la recuperación. Esto puede, en muchos casos, reducir o incluso evitar la dependencia de medicamentos sintéticos, y disminuir o sanar dolores e inflamaciónes. Es crucial entender que en estos casos, cuanto antes integremos estos nutrientes en nuestra dieta y más constantes seamos, más posibilidades habrán de conseguir una recuperación metabólica completa por esta vía.
4. Conclusión:
Adoptar prácticas nutricionales sanas, equilibradas y adecuadas, junto con el uso estratégico de complementos nutricionales, es fundamental para restaurar y/o mantener tu salud a largo plazo. Al ser consciente de los nutrientes que ingresas a tu cuerpo a través de alimentos, agua, luz solar, oxígeno y actividad física, puedes mantener un equilibrio metabólico que fortalezca tu vitalidad.
Estas acciones no solo previenen y reducen las enfermedades no transmisibles, sino que también potencian tu bienestar, brindándote la energía y la resiliencia necesarias para afrontar tus desafíos diarios con más seguridad y entereza.
Involucrarte activamente en tu nutrición es una inversión en tu futuro para asegurarte una vida más larga, saludable y plena.
Si quieres conocer mejor los complementos nutricionales biodisponibles de alta calidad de Eixaloe, puedes descargarte las fichas de cualquiera de sus productos en su web, donde encontrarás información sobre sus cualidades, su composición y las afecciones y trastornos de salud en los que te pueden ayudar.
En general te pueden ayudar a:
- Desintoxicar y depurar el organismo
- Alcalinizar y oxigenar el cuerpo
- Aumentar la creación de células madre
- Eliminar la retención de líquidos
- Quemar grasas
- Activar el metabolismo
- Desinflamar y eliminar el dolor
- Evitar y mejorar problemas estomacales e intestinales
- Regular, regenerar y reparar todos los sistemas orgánicos
- Aumentar defensas
- Aumentar masa muscular
- Aumentar energía
- Mejorar y regular el sistema inmunitario
- Mejorar piel, cabello y uñas

Si necesitas más información, no dudes en consultarme sin compromiso alguno, estaré encantado de resolverte cualquier duda.
Sergi Ferrer, Asesor Nutricional
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