NO SOLO DE PAN VIVE EL METABOLISMO


Para dejarlo claro: el Metabolismo es nuestro soporte vital y su equilibrio nos mantiene sanos física y mentalmente.

Como ya he explicado en otras ocasiones, el metabolismo es esencialmente un cúmulo ingente de reacciones químicas que se generan en tu cuerpo cada segundo del día, durante todos los días de tu vida, y así hasta que dejes de vivir.

Estas reacciones sustentan tu vida: generan energía, construyen tejidos, determinan cuándo y cómo se crean dichos tejidos, mantienen la respiración y el funcionamiento de órganos vitales en reposo (metabolismo basal), y hacen los ajustes necesarios para adaptarse a cambios ambientales, físicos y sociales (lo que yo llamo el “metabolismo funcional”).

Cuando hablamos de “metabolismo” en general, el 99% de las veces nos referimos, lo sepamos o no, a la suma de ambos: basal y funcional.

Podría seguir con las diferentes reacciones que está realizando en este mismo instante tu metabolismo, solamente para que puedas leer este artículo, asimilarlo y entenderlo, y decidir si seguir leyendo o descartarlo. Pero además, está haciendo todo esto mientras te mantiene vivo, hace frente a las posibles amenazas de tu entorno y provee tus necesidades inmediatas, como respirar, transpirar, o mantener tu tensión arterial, por ejemplo. Si te parece poca cosa, es porque no lo has pensado detenidamente.

Linus Carl Pauling (1901-1994) 

En fin, para que esta maquinaria funcione correctamente, ya a principios de los años 50 del siglo pasado, un tal Linus Pauling (Premio Novel de Química, 1954) descubrió que se necesitaban “nutrientes”, o sea, vitaminas, minerales, encimas, oligoelementos, hidratos, proteínas, etc.

Esto hoy en día puede parecer evidente, pero en aquella época se conocían un número bastante limitado de estos nutrientes, y prácticamente nada de sus múltiples funciones en nuestro metabolismo y sus repercusiones en nuestra salud y en nuestro bienestar. De hecho hoy en día que hemos descubierto literalmente cientos de ellas, seguimos sin conocerlas en su totalidad.

La idea de este señor fue que, si el metabolismo crea los equilibrios químicos que mantienen funcionando la vida, igual también tiene algo que ver con las enfermedades que se generan dentro de nuestro propio cuerpo, o sea, las enfermedades no transmisibles, qué por cierto causan más del 70% de las muertes en el mundo.

Desde luego, no es posible que se generen sin, al menos, el consentimiento de nuestro metabolismo.

Así que desarrolló la loca idea de que, reequilibrando o reeducando nuestro metabolismo, no solo se podrían prevenir gran parte de esas enfermedades, sino que se deberían de poder revertir, parar, o como mínimo minimizar considerablemente su peligro para nuestra vida.

También planteó que, la única manera de llevar a cabo esta tarea era teniendo cierto control sobre los nutrientes que se le suministra a este metabolismo. Y hay que decir que los años han ido dándole la razón desde múltiples disciplinas.

Es así como surge la “Medicina Ortomolecular”, hermana mayor de la “Nutrición Ortomolecular”, con la que trabajamos en Natural Aloe Vera.

NUTRIENTES Y REACTIVOS PARA NUESTRO METABOLISMO

Tenemos diferentes formas de “recolectar” los nutrientes que necesitamos de nuestro entorno, los que más conocemos y de hecho, los que aportan la mayoría de ellos, son los alimentos y, de forma adicional los suplementos alimenticios.

También hay una pequeña parte que podemos crear nosotros mismos, como algún aminoácido no esencial, algún hidrato, algunas vitaminas como la vitamina D, y algún mineral como el calcio, pero todos ellos los generamos en cantidades limitadas y totalmente insuficientes.

Podríamos pensar entonces que solamente con los alimentos ya hay suficiente para mantener funcionando nuestro metabolismo, nada más lejos de la realidad: hay otros elementos imprescindibles que nos mantienen equilibrados, sanos y autosuficientes.

Estos elementos se llaman “reactivos metabólicos” y son las sustancias que participan en las reacciones químicas dentro de las células. Con la ayuda de las enzimas estas reacciones son las que generan la energía o crean nuevas células y tejidos.

Para mantener estas reacciones funcionando de forma equilibrada, además de los alimentos (materias primas), necesitamos añadir ciertos elementos reactivos: el ejercicio físico (actividad), el agua (hidratación celular), la luz natural (asoleación), el aire (oxigenación) y el ciclo del sueño (desactivación consciente), serían los más destacados.

Con estos elementos el metabolismo se pone en marcha, se acelera, se ralentiza o se detiene según las necesidades, pero sobre todo, son una forma de transmisión de información entre lo que pasa en el exterior y nuestro interior.

Me explico: Si seguimos una dieta que limita o está falta de ciertos nutrientes, vivimos donde hay aire muy contaminado, no salimos durante el día, tomamos menos de 1/2 l de agua diarios, dormimos poco, o una combinación de varias de ellas, el cuerpo entiende que hay una situación crítica en nuestro entorno y activa el metabolismo para adaptarse.

Si esas situaciones son extremas o perduran en el tiempo, por acción u omisión nuestra o por factores ajenos a nosotros, los problemas médicos empiezan a surgir en diferentes niveles de nuestro organismo, dependiendo de nuestro perfil y hábitos nutricionales hasta la fecha.

Aunque hay muchos estudios sobre cómo estos factores afectan a nuestra salud, lo más importante es entender que el equilibrio que logremos entre ellos es lo que permite que nuestro metabolismo funcione adecuadamente, nos proporciones una buena salud física y mental y la capacidad de adaptarnos a nuestro entorno de forma saludable.

LAS INVESTIGACIONES SOBRE LA SUPLEMENTACIÓN NUTRICIONAL

A medida que se han desarrollado las investigaciones, se ha ido haciendo más evidente que los nutrientes con más capacidad para cumplir esta misión son los provenientes de fuentes orgánicas, los que denominamos “naturales” u “orgánicos”, sobre todo los que obtenemos de la dieta y de nuestros comportamientos nutricionales.

Cuando se han replicado estos nutrientes de forma sintética en un laboratorio, se ha comprobado que su capacidad de influir en nuestro metabolismo es considerablemente inferior, además de presentar en algunas ocasiones efectos no deseados y poco predecibles, que los elementos orgánicos no tienen.

Por eso, actualmente, años después de las primeras investigaciones de Pauling, tenemos el término “biodisponibilidad”, que viene a establecer la capacidad de un nutriente de ser reconocido, absorbido y usado, o descartado, por nuestro organismo, de forma natural.

Por ejemplo: sabemos que la cúrcuma es muy beneficiosa porque tiene un alto grado de capacidad disruptiva sobre nuestro metabolismo como antiinflamatorio y analgésico, con los mismos efectos que el ibuprofeno. Pero también sabemos que su nivel de biodisponibilidad es bastante bajo, o sea, que no se absorbe bien en su totalidad, no acaba de ser suficientemente reconocible por los primeros resortes de nuestro sistema digestivo, y finalmente nuestro organismo termina descartando y eliminando gran parte de sus componentes más beneficiosos.

Así es como también, por otra parte, hemos descubierto que emulsionándola con otros componentes biotrasmisores como la pimienta negra o el aloe vera, su nivel de biodisponibilidad, y por lo tanto su capacidad de influir positivamente en nuestro metabolismo, aumenta considerablemente.

Por lo que no, comer curri una vez a la semana no te va a ayudar demasiado con las inflamaciones, la psoriasis, o los problemas de articulaciones con los que la cúrcuma es capaz de lidiar. En esos casos hay que recurrir a suplementos nutricionales de forma continuada y con varios componentes naturales en su formulación.

Hay que decir que la Medicina Ortomolecular no llegó nunca a ser totalmente reconocida por todos los ámbitos médicos. Actualmente por desgracia, solo algunos médicos, especialmente aquellos con un fuerte interés en nutrición y medicina integrativa, suelen usar la medicina ortomolecular en sus prácticas médicas.

De ahí que la mayoría de la información empírica de los resultados obtenidos con esta disciplina sea a través de la “nutrición” ortomolecular.

Esto es así porque manejando productos biodisponibles tenemos cierto margen de error, puesto que si nos equivocamos, el cuerpo simplemente reutiliza o elimina esos nutrientes, que reconoce perfectamente, sin excesivos problemas ni efectos perniciosos, y así podemos comprobar sus efectos de forma práctica.

Eso sí, en los casos en los que no acertemos con la solución, podemos perder la confianza en el proceso, y con ello, la oportunidad de obtener una forma más natural de mantenernos sanos. Por eso es tan importante asesorarnos de profesionales especializados o encontrar fuentes fidedignas de información para obtener los resultados deseados.

PD: Si te gusta el campo del bienestar y quieres pertenecer a nuestro grupo de nutricionistas, distribuidores o asesores comerciales en nutrición ortomolecular, contacta conmigo y lo hablamos, seguro que podemos encontrar tu sitio y tu parte de beneficios en este sector en pleno crecimiento.

Y no te preocupes por la formación y la información, están incluidas en el ofrecimiento.

Sergi Ferrer, Asesor Nutricional

662 62 70 01 – sergi.ferrer@naturalaloevera.cat

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